Los destapes

Hace no mucho tiempo, durante la época prepanista-gubernamental, los aspirantes a cualquier cargo político se quedaban en la sombra, esperando pacientemente para que un iluminado, dícese presidente o gobernador en turno, apuntara su dedo índice y señalara a su sucesor. Antes de ese ritual, la identidad del susodicho era celosamente guardada, para que nadie pudiera increparlo.
Aquellos viejos tiempos se fueron y aunque más de alguno todavía suspira melancólicamente para que vuelvan aquellas felices épocas, la realidad les ganó.
Ahora ya se autodestapan y gritan sus aspiraciones a los cuatro vientos sin recato alguno, aunque nomás sea para rellenar la lista.
A veces pienso que las reglas del juego cambiaron para despistar al enemigo y a muchos siervos besamanos que sólo esperan a que les digan quien es el bueno para arrastrarse por un hueso.
Mientras sean peras o nopales, la lista de los precandidatos del PRI a la gubernatura sigue en aumento: Rueda, Anguiano, Aguayo, Cruz, Ochoa, Gaitán, Michel, y ahora Librado Silva también alzó el dedo. ¿Me faltó alguno? Ah si… creo que hay otro tecomense.
Cuyutlán
Los habitantes de Cuyutlán deben de estar doblemente molestos. Una porque les cobran el saneamiento de sus aguas residuales, sin que este servicio se les dé. Al presidente municipal de Armería, Juan Manuel Covarrubias y su director de la Comisión de Agua Potable, les cayó de sorpresa la denuncia del hecho por este medio, que no sabían qué iban a hacer.
La otra porque algunos diputados (priistas todos, excepto René Díaz) no aprobaron el punto de acuerdo que presentó en el Congreso la diputada, también priista, Aurora Espíndola para que se les dejara de cobrar el saneamiento y a los que ya habían pagado se les devolviera su lana. Ni siquiera el diputado de Armería, Gonzalo Sánchez Prado, se quiso solidarizar con la gente que dice representar.
Por supuesto, el documento tenía una triquiñuela porque no sólo se iba a aprobar lo anterior, sino también exhortar a que el gobierno del Estado dejara de construir los kioscos en el acceso al balneario, que han dejado divididos a algunos empresarios de ese lugar. Había que matar los dos pájaros de un tiro o dejar expuestos a los legisladores del tricolor, pues. Pasó lo segundo.
La última
No puedo recordar la última victoria del Atlas que fuera tan memorable, como la del martes ante el Boca Juniors. Tal vez la eliminación en los cuartos de final en el 2004 contra las Chivas, pudiera igualarse. Pero no. Esta vez no se le ganó a un equipo cualquiera.