No se puede afirmar que fue “satisfactorio” el saldo que arrojó el periodo vacacional de semana santa, pues se tenían 4 años consecutivos de que no había ningún muerto en la semana mayor, hasta este 2008, que lamentablemente pereció una persona.
La guardia no debe bajarse para lo que resta de semana de pascua, ni más allá del próximo domingo, pues son precisamente en esos días, de menor afluencia turística, pero de mayor peligro, pues a cualquier descuido han sucedido los accidentes.
Minimizar el deceso de la semana pasada, no tiene nombre, porque se le tiene que dar la importancia que se requiere y doblar esfuerzos para evitar futuras muertes. Es una alerta para la autoridad de estar al pendiente del resguardo de los turistas y que el esfuerzo valga la pena. Pero hay que decirlo también: la responsabilidad empieza con los visitantes.
También es de destacar la labor de los ángeles verdes, pues en la autopista Colima Manzanillo, se pudo observar que trabajaron ayudando con la coordinación de la Policía Federal de Caminos a los automovilistas con problemas. También debo aceptarlo, si no hubiera sido por ellos, quien sabe cuanto hubiera caminado para encontrar una llantera.
¿Y el jardín, apá?
Los problemas que ha ocasionado la remodelación del Jardín Hidalgo deben de valer la pena. No sólo porque a las autoridades se les ocurrió el peor momento para comenzar la obra, que fue previo a las fiestas de la candelaria. Más de 40 mil personas tuvieron que evitar el centro de la ciudad para festejar a la virgen. Y miles siguen extrañando los domingos por las tardes a tomar un helado.
Se entiende que el objetivo es atraer más turistas, pues estaba chafísima la imagen que daba el centro, con ambulantes arrumbados que exhibían su fayuca, y un jardín tan descuidado que ni agua tenían las fuentes por años.
En medida de la inconveniencia se debe calificar esta obra, que sin duda cambiará el perfil urbano del centro histórico.
Alcuzahue
Ganaron otra vez los tigres, que llevan 4 de 5, en donde sigue la charrísima costumbre de nombrar a los equipos colimenses con políticos priístas de moda que ahora le tocó el turno a Arturo García y Luis Vargas. ¿Por qué no descubren sus intenciones? Mejor llamarlos “Voten por Arturo pa’ la grande” o “El síndico pa’ diputado”. Al menos daría risa y no pena.
martes, 25 de marzo de 2008
martes, 18 de marzo de 2008
El costo de las canchas
La pretensión del gobierno municipal de cobrar 5 pesos el ingreso a cualquier espacio deportivo, me parece una medida sensata, al fin. Ignoro las razones por las cuales fijaron la entrada a 5 pesos, pero me imagino que midieron el costo del mantenimiento de las unidades deportivas por el número diario de usuarios.
No hay que sorprenderse de la medida, porque las ciudades con buenas instalaciones deportivas son, precisamente, aquellas que recaudan un porcentaje por su aprovechamiento. Incluso, en ciudades como Guadalajara, las concesionan a particulares para mantenerlas en el mejor estado posible a cambio de tarifas más altas, por supuesto.No faltará quien afirme que para eso son nuestros impuestos que ya hemos pagado, sin duda.
Por tal motivo, la autoridad debe analizar bien el asunto para poner reglas claras y justas, y que también se le dé un mantenimiento adecuado y constante, porque de lo contrario, la ciudadanía tendría todo el derecho de reclamar un supuesto servicio por el que pagan y que no se los dan.
Las playas
Algunas veces, es hasta el final de los periodos vacacionales en las playas tecomenses, cuando comienzan las muertes por ahogamiento. No es totalmente culpa de nuestros gobiernos, sino de la imprudencia de muchos visitantes, sobre todo de aquellos que vienen de otros estados que, ignorando todas las recomendaciones y sin medir el peligro, se aventuran a las traicioneras aguas de Boca de Pascuales, principalmente. Hay algunos que, incluso, tienen que ser esposados por la policía para que no vuelvan al mar luego de ser rescatados por los guardavidas. Recuerdo muy pocas muertes de colimenses en estas playas, porque saben, precisamente, que de lejos se ven mejor los toros, y que el exceso sólo hay que hacerlo en precaución.
Vacaciones al fin
En solidaridad con los directivos de la oficina de Comunicación Social del Ayuntamiento de Colima, (que seguramente cuando lean estas líneas ya estarán descobijados del manto oficial), me uniré al sacrificio de tomar el periodo vacacional de los días santos, que a diferencia de sus similares tecomenses, ellos sí estarán trabajando. Animo Yensuni, Gonzalo y Claudia que, por lo menos con apoyo moral (y descobijado del manto periodístico) me solidarizaré con ustedes en Alcuzahue.
No hay que sorprenderse de la medida, porque las ciudades con buenas instalaciones deportivas son, precisamente, aquellas que recaudan un porcentaje por su aprovechamiento. Incluso, en ciudades como Guadalajara, las concesionan a particulares para mantenerlas en el mejor estado posible a cambio de tarifas más altas, por supuesto.No faltará quien afirme que para eso son nuestros impuestos que ya hemos pagado, sin duda.
Por tal motivo, la autoridad debe analizar bien el asunto para poner reglas claras y justas, y que también se le dé un mantenimiento adecuado y constante, porque de lo contrario, la ciudadanía tendría todo el derecho de reclamar un supuesto servicio por el que pagan y que no se los dan.
Las playas
Algunas veces, es hasta el final de los periodos vacacionales en las playas tecomenses, cuando comienzan las muertes por ahogamiento. No es totalmente culpa de nuestros gobiernos, sino de la imprudencia de muchos visitantes, sobre todo de aquellos que vienen de otros estados que, ignorando todas las recomendaciones y sin medir el peligro, se aventuran a las traicioneras aguas de Boca de Pascuales, principalmente. Hay algunos que, incluso, tienen que ser esposados por la policía para que no vuelvan al mar luego de ser rescatados por los guardavidas. Recuerdo muy pocas muertes de colimenses en estas playas, porque saben, precisamente, que de lejos se ven mejor los toros, y que el exceso sólo hay que hacerlo en precaución.
Vacaciones al fin
En solidaridad con los directivos de la oficina de Comunicación Social del Ayuntamiento de Colima, (que seguramente cuando lean estas líneas ya estarán descobijados del manto oficial), me uniré al sacrificio de tomar el periodo vacacional de los días santos, que a diferencia de sus similares tecomenses, ellos sí estarán trabajando. Animo Yensuni, Gonzalo y Claudia que, por lo menos con apoyo moral (y descobijado del manto periodístico) me solidarizaré con ustedes en Alcuzahue.
martes, 11 de marzo de 2008
Adiós, crédito, Adiós
Debido a la ausencia de obras y porque el Ayuntamiento se ha convertido en una bomba de tiempo por sus altas deudas, las autoridades municipales intentaron conseguir un préstamo de Banobras por más de 100 millones de pesos. La verdad es que les ha salido más caro el caldo que las gallinas.
No cayó en gracia el rechazo del Congreso del empréstito cuya razón principal para no autorizar el crédito fue que no estaba debidamente justificado.
La deuda que dejarían hubieran comprometido a por lo menos 6 administraciones venideras, pero el barco se hubiera enderezado, por lo menos en la administración de Pinto. Lo más probable es que sigan en la insistencia de reestructurar sus pasivos para pagar lo más urgente: sueldos (de sindicalizados claro), gasolina, teléfonos para los funcionarios, luz y comilonas, vaya, el improductivo gasto corriente. Lo demás, especialmente las necesidades legítimas de los ciudadanos, deberá esperar como siempre.
En ese sentido, el verdadero papel del alcalde Juan Carlos Pinto en la administración tecomense es sanear las finanzas y enderezar un poco lo producido por las secuelas de la huelga. Su papel no es el de hacer las grandes obras, ni emprender programas sociales, mucho menos culturales (no le pidamos peras a los nopales). Su labor, en este momento, es la discreta reestructuración administrativa de su gobierno, para que los que vengan tengan un mayor margen de maniobra, es decir, sentar las bases para evitar la hipotética quiebra del ayuntamiento. Eso, en palabras de Bismarck sería “los estadistas piensan en la próxima generación; los políticos, en la próxima elección”. Y desde que empezó la administración, Pinto no se ha quitado la camisa de su campaña electoral.
Poniendo el ejemplo
Lo que si es para destacarse fue lo realizado por el alcalde capitalino, Mario Anguiano, quien se fue en camión al DF al 79 aniversario del PRI para no cargarle el gasto del avión al erario público, además no cobró el día en que estuvo ausente. Eso demuestra que para ser consientes, no se necesita mucha imaginación tan sólo voluntad, pero claro, hay otros, que pesar de la difícil situación económica de su ayuntamiento, deciden andar volando en sus nubes de opulencia y derroche. Mario Anguiano no necesita de falsos protagonismos, ni recurrir al exhibicionismo barato, simplemente su trabajo habla por él.
No cayó en gracia el rechazo del Congreso del empréstito cuya razón principal para no autorizar el crédito fue que no estaba debidamente justificado.
La deuda que dejarían hubieran comprometido a por lo menos 6 administraciones venideras, pero el barco se hubiera enderezado, por lo menos en la administración de Pinto. Lo más probable es que sigan en la insistencia de reestructurar sus pasivos para pagar lo más urgente: sueldos (de sindicalizados claro), gasolina, teléfonos para los funcionarios, luz y comilonas, vaya, el improductivo gasto corriente. Lo demás, especialmente las necesidades legítimas de los ciudadanos, deberá esperar como siempre.
En ese sentido, el verdadero papel del alcalde Juan Carlos Pinto en la administración tecomense es sanear las finanzas y enderezar un poco lo producido por las secuelas de la huelga. Su papel no es el de hacer las grandes obras, ni emprender programas sociales, mucho menos culturales (no le pidamos peras a los nopales). Su labor, en este momento, es la discreta reestructuración administrativa de su gobierno, para que los que vengan tengan un mayor margen de maniobra, es decir, sentar las bases para evitar la hipotética quiebra del ayuntamiento. Eso, en palabras de Bismarck sería “los estadistas piensan en la próxima generación; los políticos, en la próxima elección”. Y desde que empezó la administración, Pinto no se ha quitado la camisa de su campaña electoral.
Poniendo el ejemplo
Lo que si es para destacarse fue lo realizado por el alcalde capitalino, Mario Anguiano, quien se fue en camión al DF al 79 aniversario del PRI para no cargarle el gasto del avión al erario público, además no cobró el día en que estuvo ausente. Eso demuestra que para ser consientes, no se necesita mucha imaginación tan sólo voluntad, pero claro, hay otros, que pesar de la difícil situación económica de su ayuntamiento, deciden andar volando en sus nubes de opulencia y derroche. Mario Anguiano no necesita de falsos protagonismos, ni recurrir al exhibicionismo barato, simplemente su trabajo habla por él.
martes, 4 de marzo de 2008
La planta tratadora
Cuando fui a Argentina, pude conocer el río más contaminado de ese país (y tal vez de América): El Riachuelo: Cero oxígeno, principal destino de aguas residuales de hogares e industrias, concentraciones de hasta 5 veces más de los índices permitidos de metales pesados: una cloaca fluyente. No es un orgullo que puedan presumir los argentinos, pero formaba parte del tour por Buenos Aires.
Por supuesto, no hace falta ir tan lejos para ir a ver un río contaminado. Sólo es cuestión de dar un paseo a los esteros de Tecomán para darse cuenta que nuestra suciedad no termina con una descarga en el baño de nuestras casas. El reto inminente es sanear estos entornos escatológicos, antes ecológicos.
Después del escándalo con la planta tratadora de aguas residuales en Colima, el municipio de Tecomán, principalmente el consejo administrativo de la Comapat, debe ser muy cauteloso para poder iniciar con la construcción de su propia obra.
Los factores que influirán son la falta de recursos y la deuda por aprovechamiento de las aguas nacionales, que posiblemente ascienda a más de 100 millones de pesos en Tecomán si no se construye la planta.
En ese sentido, hay que tomar en consideración que la Comapat ha llevado a cabo un programa para elevar su recaudación que le ha resultado muy eficaz. El titular de este organismo, Gildardo Alvarez, ha sido muy atinado en la operación de la comisión para sanear las finanzas y en donde incluso ya puede hasta prestar recursos al ayuntamiento cuando anteriormente era todo lo contrario. Este factor es vital porque es uno de los requisitos que piden los programas federales: eficiencia financiero-administrativa del organismo operador.
Los regidores y Gildardo Alvarez, deberán seguir un proceso cauteloso para que no se repitan los errores que Ciapacov cometió en la construcción de la planta y que le están costando caros al PRI. De lo contrario, no sólo cargarán con el costo político, sino con la vergüenza.
El nuevo ajuste al plan… ¿Cuál plan?
No sé si realmente haya un plan de austeridad en el Ayuntamiento de Tecomán, o sólo se esté palomeando la lista de trabajadores de confianza para despedirlos. El caso es que cuando se anuncia que habrá ajustes, a los 15 días todo sigue igual y con el mismo gasto. Al paso que van, sólo con los sindicalizados va a trabajar el ayuntamiento: de 8:30 a 2:30, con media hora para comer. Alístese. Si usted fallece a las 2:31, ni piense que lo van a enterrar pronto. Si quiere un acta, fórmese dos días. Si la calle no tiene empedrados, búsquese una cuadrilla de trabajadores y espere una década. Si tiene una fuga de agua, comience a hacer barquitos. Si espera que el alcalde visite su colonia pronto… bueno, consígase un fotógrafo y dígale al presidente que saldrá en la prensa.
Por supuesto, no hace falta ir tan lejos para ir a ver un río contaminado. Sólo es cuestión de dar un paseo a los esteros de Tecomán para darse cuenta que nuestra suciedad no termina con una descarga en el baño de nuestras casas. El reto inminente es sanear estos entornos escatológicos, antes ecológicos.
Después del escándalo con la planta tratadora de aguas residuales en Colima, el municipio de Tecomán, principalmente el consejo administrativo de la Comapat, debe ser muy cauteloso para poder iniciar con la construcción de su propia obra.
Los factores que influirán son la falta de recursos y la deuda por aprovechamiento de las aguas nacionales, que posiblemente ascienda a más de 100 millones de pesos en Tecomán si no se construye la planta.
En ese sentido, hay que tomar en consideración que la Comapat ha llevado a cabo un programa para elevar su recaudación que le ha resultado muy eficaz. El titular de este organismo, Gildardo Alvarez, ha sido muy atinado en la operación de la comisión para sanear las finanzas y en donde incluso ya puede hasta prestar recursos al ayuntamiento cuando anteriormente era todo lo contrario. Este factor es vital porque es uno de los requisitos que piden los programas federales: eficiencia financiero-administrativa del organismo operador.
Los regidores y Gildardo Alvarez, deberán seguir un proceso cauteloso para que no se repitan los errores que Ciapacov cometió en la construcción de la planta y que le están costando caros al PRI. De lo contrario, no sólo cargarán con el costo político, sino con la vergüenza.
El nuevo ajuste al plan… ¿Cuál plan?
No sé si realmente haya un plan de austeridad en el Ayuntamiento de Tecomán, o sólo se esté palomeando la lista de trabajadores de confianza para despedirlos. El caso es que cuando se anuncia que habrá ajustes, a los 15 días todo sigue igual y con el mismo gasto. Al paso que van, sólo con los sindicalizados va a trabajar el ayuntamiento: de 8:30 a 2:30, con media hora para comer. Alístese. Si usted fallece a las 2:31, ni piense que lo van a enterrar pronto. Si quiere un acta, fórmese dos días. Si la calle no tiene empedrados, búsquese una cuadrilla de trabajadores y espere una década. Si tiene una fuga de agua, comience a hacer barquitos. Si espera que el alcalde visite su colonia pronto… bueno, consígase un fotógrafo y dígale al presidente que saldrá en la prensa.
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