martes, 19 de febrero de 2008

Los aviadores

Como medida desesperada, el alcalde Juan Carlos Pinto, anunció, otra vez, el recorte de más personal de confianza, para ver si así, se pueden superar las deudas. Pero mientras unos trabajan dando resultados, otros, con desvergüenza definen plenamente la palabra, en el sentido coloquial, de AVIADOR. Tal es el caso de José González que, desde que asumió el cargo de director de vialidad, no ha dejado de cobrar cada quincena sin devengar un céntimo de su salario. Nunca se le encuentra en su oficina, ni tampoco arriba de una patrulla de vialidad, mucho menos dar información a la prensa. De eso se encarga el subdirector, Bulmaro Peña Gálvez, quien no ha realizado un mal trabajo asumiendo la responsabilidad de dos cargos. Se entiende que el hueso para José González fue un compromiso político, pero por decencia, debería retirarse a hacer lo que mejor sabe: su negocio, y dejar a Peña Gálvez con la titularidad, quien la ha ejercido, de facto, desde el inicio de la administración.
Aumento de impuestos
Las opciones se acaban para el ayuntamiento de Tecomán y las deudas siguen creciendo. Agotaron las salidas más obvias: préstamos del gobierno Estatal y Federal. Pero Calderón ya les dio 100 millones de pesos para pagar las consecuencias de la huelga al inicio de la administración, y el gobernador otros tantos millones para finiquitar prestaciones sindicales apenas en diciembre pasado. También recurrieron a la banca comercial para pagar la deuda con una empresa ferretera, aunque desconozco porqué sigue el conflicto si ya cuentan con el dinero. Y lo que continuó fue el recorte de personal (de los de cuarta, claro está, los sindicalizados son intocables como ya lo afirmó el alcalde). Ahora, la nueva estrategia es hacer cobros “involuntarios” a los ciudadanos que se dejen. Ya se presentó una queja del ciudadano Pedro Gaitán a quien le querían enchalecar el impuesto predial dobleteado. Se enfrentó a la prepotencia de la tesorera Marina Nieto y el titular de catastro, quienes no le resolvieron nada. Las autoridades tienen el agua, no hasta el cuello, hasta la nariz, y las opciones se terminan; no va a faltar mucho para que aumenten los impuestos y seguir pagando las ineptitudes de unos cuantos.
La última y nos vamos
Una cosa es el buen trabajo del alcalde Juan Manuel Covarrubias, y otra que haya realizado “las obras más trascendentales en la historia del municipio de Armería” como lo señaló Ramiro Pamplona, dirigente municipal del PRI: ¡Casi no exageró!. Todavía queda año y medio para seguir trabajando y que la ciudadanía sea el mejor juez de la administración.

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